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Mi vida en rojo


Compartía contigo antes de Navidad, en un post sobre DietBon que puedes recordar aquí, que había conseguido recuperar mi rutina de deporte y "mi peso preboda" después de un año complicado a todos los niveles. Te contaba entonces que no es que fuese para mi una obsesión el tema del peso, pero que este me servía de referencia sobre todo en un año en el que además me había costado mucho recuperar mi rutina de deporte. 

Y en un momento actual en el que paradójicamente somos más libres que nunca, parece que vuelve esa esclavitud por el cuerpo perfecto, la alimentación perfecta y la rutina de deporte perfecta. 
Yo abogo como siempre por salud, alimentación equilibrada y deporte para llevar una vida saludable. 

La salud y el deporte van de la mano, pero yo creo que es fundamental practicar un deporte que te haga feliz, que te guste, con el que pases un buen rato y que esté indicado según tu situación personal. 


Y ahora con nuevos objetivos runners a la vista me he puesto en manos de un profesional. Profesional que diseña mi alimentación y mi (nueva) rutina de deporte. 
Tras una analítica previa (algo que para mi es un indispensable; al igual que es un indispensable pasar por un cardiólogo previo a una carrera de larga distancia) y un estudio antropométrico nos pusimos a trabajar. Los dos, como debe ser. Tras mi experiencia personal, para mi no sentirme sola en el camino es importante. 

Respecto a los estudios antropométricos nosotros tenemos ganas de que llegue a España el Dexa Scan. Es un scaner realmente completo que te facilita bastante el trabajo. Mide desde la densidad ósea a la masa múscular. La cantidad de grasa y cómo está distribuida y también la cantidad de grasa visceral. Si como hice yo en un primer momento vas a buscar dónde poder realizarte uno, ya te aviso que el lugar más próximo es: Londres (y ya sabes que allí tienes este año dos exposiciones de moda indispensables).





Si vamos a hablar de deporte ya sabrás a estas alturas que lo mío es el running. Aunque vivir frente al mar me ha facilitado mucho mi experiencia con el yoga (tema en el que soy más novata). En la actualidad combino esto con unas horas a la semana en el gimnasio.
Por primera vez en años tengo un plan de entrenamiento completísimo con el que me encuentro realmente bien: a mis salidas programadas con sus series y con sus cuestas tengo añadidas sesiones de tonificación muscular y por supuesto jornadas de descanso activo en las que voy al gimnasio a hacer bici elíptica, cinta de correr, y termino en una horita de spa.

Las sesiones de spinning y TRX ¡me chiflan! así que de vez en cuando me doy un capricho. Como los caprichos en alimentación que sí, ¡también los tengo permitidos! No concibo un verano sin helados, qué le vamos a hacer.

Y descansar. Algo que es muy importante y que muchas veces perdemos de vista. Descansar es fundamental y aprender a escuchar a tu cuerpo imprescindible. 




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Besos rojos por doquier,
INMA.







Be happy (and fashion) my friend. 








Dos años han pasado desde aquél 10 de Abril del 2016, fecha en la que corrí mi primer maratón. Puedes recordar el relato aquí; un día que quedará para siempre en las fechas importantes de mi historia personal y un día que marcó un antes y un después mi relación con el running.

Fue un momento único, tremendamente especial, bonito y a la par muy duro. Ahora con distancia, no lo recuerdo tan doloroso, y así como dejé escrito que nunca más volvería a pasar por ello; últimamente sólo digo que quiero pasar por ello una vez más: para correr la maratón de Nueva York. 

Pero antes, me apetecía mucho escribir este post reflexivo para compartir contigo mis últimas experiencias y sensaciones y conocer si has pasado, quizás, por algo parecido. 

Posteriormente a la maratón corrí una carrera de obstáculos, me inscribí en una media maratón (ese mismo año) a la que finalmente no me vi con fuerzas de enfrentarme y me colgué un dorsal en una 10k que no fui capaz de terminar. Era la mente, eso me decían todos los runners expertos de mi entorno. La mente me estaba jugando un mal recuerdo, una mala pasada y estaba "sufriendo" lo equivalente al miedo escénico para, por ejemplo, un artista. 

Yo que había disfrutado como nunca con el running. Así que me olvidé de dorsales y de retos, me permití un tiempo (prudencial) de letargo, introduje el yoga en mi rutina; y empecé a correr y a trotar sin objetivos, sin auto-obligaciones, sin grandes distancias y con menos propósitos. 

Hasta este pasado domingo. Llegué a Málaga y empecé a correr cerca del mar, y empecé a sentir de nuevo aquello que sentía, cuando precisamente empecé a correr, y me empecé a reconciliarme con mi deporte favorito, empecé de nuevo a sentir lo que era correr con el calor asfixiante y entrenar la mente, seguir cuando ésta te dice que pares y conseguirlo. Y me colgué un dorsal que para mi era simbólico, quería ver qué sucedía, permitirme superarme de nuevo y surgió la magia. Con el único objetivo de disfrutar volví a mejorar mi marca personal, y a sonreír con los brazos en alto a cruzar la meta y volví a querer más de este deporte que me hace sentir tan libre, tan capaz de todo, tan paciente y tan viva. 


Así que espero que éste sea el primer post de muchos que todavía nos queden sumando retos, compartiendo experiencias y celebrando la vida. 


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Be happy (and fashion) my friend.
































En poco más de quince días llega nuestro nuevo destino runner. Es un destino que me hace muchísima y tremenda ilusión por varios motivos: porque es nuestro primer internacional; porque la ciudad me encanta y porque es la excusa perfecta para empezar la temporada por todo lo alto.

Hace unos meses, puedes recordarlo aquí, hice un post dónde reflexionaba sobre por qué el running es la nueva forma de hacer turismo y comparaba mi experiencia en media maratón en cuatro ciudades españolas. Ese post fue muy leído así que hoy he decidido ir un poco más allá y contaros como organizamos nosotros un viaje runner.

Para mi lo principal es que la afición por el running sea compartida por los integrantes del viaje. Si vas con tu pareja o amigos, que todos vayáis en el mismo barco y podáis entender y respetar eso de: comer hidratos, cenar hidratos; no andar excesivo el día de antes... En definitiva, eso de que quien comparte tu pasión entiende tu locura.

Para que no te dejes en el viaje un riñón o los dos: Suscríbete a todas esas newsletter de aquello que realmente te interesa, y léelas, sí, léelas. Así es como me enteré yo de la oferta Rock'n'Roll que estaban los dorsales a 5, 10 y 20 euros,según la distancia, un día concreto, que no recuerdo ahora, el pasado mes de junio. Dicho y hecho, recibir newsletter e inscribirse.

El siguiente paso es buscar vuelos baratos con Expedia. Igual; dicho y hecho, buscar y comprar. 

Y ahora llega lo más importante: ¡el alojamiento! Para mi es lo más importante porque es fundamental descansar bien, que no esté lejos ni de la meta ni de la salida, si es un hotel que puedas ducharte el domingo después de la misma... son muchas cosas a tener en cuenta.
Nosotros hemos ido desde a hoteles, donde o hemos solicitado el check out más tarde o nos hemos quedado un día más en la ciudad. Esto último no te lo recomiendo porque estás tan tan tan cansado al día siguiente que lo último que te apetece es hacer turismo. Si puedes bajar las escaleras sin parecer un cowboy ya puedes darte con un canto en los dientes, ;-)

Mi mejor experiencia siempre ha sido alquilando un apartamento. Ya sabes,además, que lo ideal es que no innoves en la dieta, de ese modo te permite comprar en tu supermercado de referencia y que todo sea como en casa.

En nuestro próximo viaje runner todo esto se nos ha hecho un "lío" ya que es destino internacional y además la salida y la meta están separadísimas. Hemos decidido coger el hotel cerca de la meta y cogeremos un taxi para ir a la salida. 

Respecto a la maleta, ¡llena de por si acasos runners! Unas mallas cortas y una camiseta larga y otra corta. Un cortavientos por si acaso, una braga por si acaso... no te olvides de llevar siempre una prenda vieja por si luego quieres tirarla cruzada la línea de salida.El calzado del día de antes que sea cómodo, ¡qué no te haga rozaduras! No innoves nada tampoco, lleva esa ropa con la que ya has hecho esas distancias y lo mejor: ¡los tacones ese fin de semana se quedan en casa! 



Ya sabes que tienes mucho más en el canal de Youtube de Mi vida en Rojo, ¡SUSCRÍBETE!

Y tú, ¿qué tienes en cuenta a la hora de preparar un viaje runner?

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Be happy (and fashion) my friend.












El domingo participé en mi primera carrera de obstáculos. 
La Monzón Templar Race me apetecía mucho por varios motivos: el primero de ellos porque era correr en casa y subir corriendo hasta nuestro castillo no dejaba de ser muy emocionante; Porque a lo largo de todas sus ediciones por A o por B no había tenido la oportunidad de poder participar en ella; Porque iba a correrla con dos amigas, y ya es por todos conocido eso de que juntas es mejor; y por último, porque iba a ser la primera carrera oficial que iba a correr después de mi primer maratón. 

Quienes me seguís en instagram: @mividaenrojo ya sabéis que después de los 42k entré en unos días de letargo de los que me tuvo que sacar Paula Butragueño (nike master trainer) porque os prometo que calzarme de nuevo las zapatillas se me hacía un mundo (puedes recordar el post con el entrenamiento aquí).

Así que el pasado 5 de Junio fue el día determinante. Ha sido una de las carreras más divertidas en las que he participado (y no, esto no tiene nada que ver con el running,fue más trail running que otra cosa, y yo en este post de mi experiencia trail running junto a Women's Health te contaba que soy mujer de asfalto, me reitero en ello por cierto, jajajaja). Pero, fueron 5km en los que los obstáculos me sabieron a poco y las cuestas se me hicieron imposibles. 5km en los que nos olvidamos de todo, únicamente nos dedicamos a disfrutar e incluso en algún momento, promesa roja, nos reíamos de nosotras mismas. Fuimos un poco tortugas pero alcanzamos la meta cogidas de la mano con una victoria personal que nos supo a gloria.

Si te gustan las carreras de obstáculos y/o el mundo templario te invito a que no te pierdas esta carrera tan especial que va creciendo y mejorando poco a poco cada año. Además conocer Monzón y aprovechar el fin de semana para una escapada a nuestro Pirineo va a ser una experiencia vital que estoy segura no olvidarás nunca. ¡Yo el año que viene repetiré! Así que anótalo en la agenda, ¡y allí nos vemos!

Por cierto, ayer, como cada jueves, subí ¡nuevo vídeo al canal! 3 consejos (a través de mi experiencia) antes de enfrentarte a tu primer maratón, ¡SUSCRÍBETE!


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¡¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!!
No te olvides de sonreír ;-D



Be happy (and fashion) my friend.

El 10 de Abril amaneció tal y como se esperaba; entre nubes y claros con una previsión de temperatura mínima de 11ºC y máxima de 20ºC.
Eran las 7 de la mañana cuando sonaba el despertador, yo ya llevaba un rato despierta y me había despertado varias veces durante la noche por ese "a ver si nos quedaremos dormidos". Pero había descansado. 

Desayunamos los cuatro en la cocina de aquél apartamento que alquilamos para la ocasión. Habíamos hecho la compra el día de antes y parecía que estábamos como en casa. Entre nervios y risas a las casi 8:15h estábamos dirigiéndonos a la línea de salida. ¡Qué poca gente, exclamamos, vamos casi a correr solos!

Las fotos de rigor apurando el tiempo al máximo de entregar la bolsa al guardarropa. Me encuentro con una chica, Ana, se fija en mi dorsal y me pregunta si voy a correr la Maratón, le digo que sí, me cuenta que ella el año pasado también se estrenó en esa distancia precisamente en Mallorca y me aconseja que la disfrute todo lo que pueda. 

Nos vamos a nuestros cajones correspondientes, nos abrazamos y besamos, ya que yo y mi liebre personal nos dirigíamos a por los 42k y nuestros amigos a por sus primeros 21k. Y mientras estoy escuchando atenta no me lo espero y oigo, 4,3, 2, 1, ¡yaaaa! pistoletazo de salida y una lluvia de pétalos rosas mientras cruzamos la línea. Mi reacción inicial fue: "ai Dios que ya estamos" mientras me llevaba las manos a la cara. 

Primeros 10k de calentamiento, "Tito's, mira a esta discoteca vinimos para la despedida de Ana"; ¿has visto que yate?; ¡Qué pasada la Catedral eh?". Cuando en el km 15 empiezo a ser realmente consciente de lo que me espera: "esto va a ser duro" le digo a mi persona favorita. "¿Estás cómoda en este ritmo? Encuentra tu ritmo y sigamos con él hasta el final"

Km 22, "venga todavía queda la mitad"; mi persona favorita me responde: "bueno, ya llevamos la mitad". 
Cuatro horas y media en las que tuve tiempo de todo: de pensar en el blog, en mi familia, en nosotros, en Mallorca...

Los cruces con nuestros amigos eran la bomba, ¡nos animábamos y gritábamos dándonos unos buenos chutes de energía!

En el km 26 me planteé que quizás me había pasado proponiéndome ese reto, que no lo iba a conseguir. Me dije a mi misma que haberlo intentado ya era un triunfo y que no pasaba nada sino llegaba hasta el final. En el km 30 directamente le dije a mi persona favorita (para él era su cuarta maratón) que no podía más, ¡¡pero si estoy agotada y todavía me quedan 12km!! (me lo habían avisado, incluido mi traumatólogo una semana antes me dijo: a partir del km30 todo es sufrir; bueno no será para tanto pensé yo, si la has preparado bien. Y sobre todo entendí muchos momentos de mi entrenamiento y por qué eran necesarios). Mi persona favorita me tendió su mano, control de respiración y cuando recuperé el ritmo y la tranqulidad me dejó seguir sola; Un gel, plátano y a tope de hidratación; ¿mejor? Sí, venga!

¡Ánimo Inma!  Me gritan desde en frente! Doy las gracias, a ella y a toda la gente que va animándote a lo largo del recorrido. Esa chica tiene que conocerte, ¡pues no sé! No veo de lejos! (nota mental- coger cita para el oftalmólogo en cuanto vuelva)

Últimos 12kilómetros en los que controlar la mente y la concentración fue lo más difícil de todo, mis piernas seguían pero mi cabeza sólo quería parar. Tengo que llamar a mi madre y decirle que lo he conseguido, pensaba.

Me volví a encontrar con esa Ana del principio, ánimo chicas (por si alguien no lo sabe, la maratón era femenina y los hombres se apuntaban de acompañantes), ¡venga!

Km 39, ahí ya fue cuando me dije a mi misma: ¡Inma, ya lo tienes estás a dos kilómetros de terminar una maratón! Y vuelvo a encontrarme con la misma chica, ¡Vamos Inma!

Nos adentramos en el meollo, música, los voluntarios de la organización indicándonos la dirección a meta al ritmo de aplausos y "muy bien, muchísimas felicidades"; últimos 200metros, nuestros amigos ya habían, obviamente, llegado y móvil en mano, grabando nuestra llegada,corren junto a nosotros hasta el final: "Grande Inma, maratón completada". Cruzo la meta, os prometo que en una nube, me abrazo fuerte a mi persona favorita, le doy las gracias, me entregan un par de margaritas rojas y una pulsera preciosa de recuerdo de ese GRAN día. 

Desde lo alto la misma chica, ¡Felicidades Inma! ¿nos conocemos? ¡Pero si soy María, llevo toda la carrera animándote! María, una chica con la que coincidí hace más de diez años en un curso de verano en Irlanda, ¡es increíble las sorpresas que te da la vida!

Mi amiga Eva me abraza con lágrimas en los ojos, ¡has terminado una maratón, ¿eres consciente?! No lo era, hasta que llamé a mi madre, escuché su voz y arranqué a llorar. 



La experiencia de un maratón hay que vivirla desde dentro. Yo obviamente la viví con mucha emoción y fue un reto personal que quería conseguir. En mi caso, también sufrí más de lo esperado y sí, pasé por un cardiólogo y llevé un entrenamiento y compromiso personal y social muy exhaustivo. A día de hoy no creo que vuelva a pasar por ello; eso sí, lo conseguido es algo que ya nunca nadie podrá quitarme. Da igual la distancia y el tipo de reto, que obviamente no tiene por qué ser deportivo; lo que importa es ser valientes para comprometernos con algo y luchar por ello.  Si algo me demuestra esta experiencia y este relato es que ¡nunca debemos subestimar nuestras capacidades; ni dejar de luchar por nuestros sueños; y mucho menos permitir que nadie nos diga que no lo podemos hacer. También he entendido a la perfección esa frase de que "un maratón es como la vida" donde no siempre llueve purpurina pero superar las adversidades nos hace fuertes, rodearte de gente que te quiera de verdad y confíe en ti es fundamental y sobre todo que las mejores cosas requieren un esfuerzo que siempre se ve recompensado.  


Sigo pensando que la mejor distancia como amante del running son los 21k; para mi es esa distancia perfecta, y por sino lo has visto te dejo con mi último vídeo, ¡Media Maratón de Barcelona! ¡No te olvides de suscribirte a mi canal!



GRACIAS, de corazón, por todos vuestros mensajes de ánimo y felicitaciones por todos los medios. Creo que he conseguido contestarlos todos, aunque a destiempo, ¡ya me perdonaréis!

Cuando tenga las fotos oficiales os las enseñaré, quizás en vídeo, tengo que pensarlo, pero necesitaba escribir este post para canalizar emociones, que no se completa un maratón todos los días.


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Desde que empecé este Diario de mi Primera Maratón han pasado bastantes meses. El compromiso más grande que posiblemente me haya planteado hasta la fecha; compartirlo me apetecía muchísimo, porque juntos, con vuestras experiencias, situaciones personales, me he emocionado y he aprendido un montón.

Encabezo este post (que va a ser el último de este diario) con esta foto que tomé la semana pasada. No es una foto ni artística, ni buena... está tomada con móvil además. Pero tiene mucho significado.

Para quien no la reconozca, es la pista de Canal, en Madrid. Allí empecé a correr hace ahora 5 años. Empezaba a preparar mis primeros 10k; hacía años que no hacía deporte, fui con unas adidas muy normales que tenía por casa y una camiseta que ni siquiera era transpirable. 
Recuerdo que empecé: media vuelta corriendo, media andando y así hasta tres. Por aquel momento yo iba a correr los 10k de la Rock'n'Roll Madrid y mi persona favorita se estrenaría en su primera maratón.

Allí además me preparé mi primera media (puedes recordar la experiencia aquí) y fue muy nostálgico volver a entrenar la penúltima semana de este camino hacía mi primera maratón.

Me seguí encontrando con algún abuelito con el que ya me encontraba entonces y me produjo mucha alegría seguir viéndolos con tanta vitalidad. 

Exactamente a día de hoy me quedan dos entrenos y cinco días para el GRAN día. Estoy muy insegura, con muchísimas ganas pero con una inseguridad tremenda. 
El haber tenido que estar parada por la rodilla me ha agobiado más que relajarme. Aprovecho a enviar todos los Besos rojos por doquier del mundo por los comentarios de apoyo, ánimo, energía positiva y buen rollo que he recibido por vuestra parte.

Pero sobre todo voy a Mallorca con la tranquilidad mental de que me he esforzado muchísimo, de que he hecho todos los deberes y he puesto en cada entreno (o en casi todos) todo mi corazón.

Dice Cristina Mitre (a quien sigo y admiro tremendamente) que una maratón se corre con el corazón, las piernas, la mente, los brazos... voy preparada a divertirme y sobre todo, ¡disfrutar de esta fiesta del running femenino!

Mallorca.... ¡allá voy!


¡¡GRACIAS a todos los que habéis seguido conmigo esta preparación!! Gracias de corazón. Gracias también a los que habéis aportado a mi causa una ayuda para luchar contra el cáncer. (Si quieres aún estás a tiempo aquí)

Gracias también a todos los que estáis aquí día tras día!
Os iré contando todo al momento desde Instagram y Snapchat!

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