Nuestro Viaje de 4 días a Roma: Día 2

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Nuestro segundo día en Roma empezó pronto y con un desayuno, casi al nivel de un brunch, por todo lo alto en Santa Maria Osteria Romana, un restaurante muy cerquita de la Basílica de Santa Maria Maggiore, la que iba a ser nuestra primera parada turística del día. 

Que nuestro día empezase tan pronto fue una verdadera gozada por varios motivos, pero sobre todo por empezar el día con una ciudad todavía relajada y por tener una luz preciosa para las primeras fotos del día. 

Después de visitar Santa Maria Maggiore, pusimos rumbo de nuevo "al centro" de la ciudad. Volvimos a San Pietro in Vincole a ver El Moisés de Miguel Ángel, ya que el día anterior nos la encontramos cerrada. Te lo contaba en el post Nuestro viaje de 4 días a Roma: Día 1





Y de allí, ahora sí, directos a Piazza Venezia y a volver a pasear por el Foro Romano. 
Fue en ese momento en el que fuimos conscientes que el día de antes tendríamos que habernos acercado a Bocca della Verità al bajar del Jardín de los Naranjos y que se nos olvidó por completo, así que improvisamos ruta y nos acercamos hasta ella para luego cruzar el Tíber y bordear la Isla Tiberina









Decidimos no adentrarnos más hacía el Trastevere, porque eso queríamos hacerlo al día siguiente con calma, así que nos dirigimos de nuevo hacia "el centro", regresamos a Piazza Navona, fuimos a ver el Panteón y continuamos en ruta hasta la Fontana di Trevi, donde allí sí que no cabía un alfiler. 

Tras lanzar nuestra moneda y tentar al destino para regresar a Roma una tercera vez nos dedicamos a callejear hasta llegar al restaurante donde hoy comíamos: Matricianella
Matricianella es uno de esos sitios que si tienes oportunidad te recomiendo que reserves y que pruebes. Es un poquito más caro, no es el típico italiano que te recomiendan para comer por dos duros pero te aseguro que la calidad tampoco es la misma. Me pedí unos spaghetti al funghi e tartufato.... ¡que estaban de escándalo! es un acierto realmente asegurado. 







Después de comer continuamos por la zona, me divertí como la todavía niña que soy en la tienda de Bertolucci y su oda a Pinocho y nos dirigimos a Piazza di Spagna donde yo tenía anotada una visita obligada: La nueva tienda de Dolce & Gabbana, inaugurada antes de Navidad ,que es un espectáculo.  

Callejeamos viendo tiendas de lujo y mucha moda italiana mientras nos dirigíamos hacia Piazza del Pópolo. Y es este el momento perfecto para probar el tiramisú del Pompi, una visita gastronómica obligada en Roma. 






Nuestra siguiente parada era Villa Borghese, con un mirador que me recordó muchísimo al Templo de Debod, uno de mis lugares favoritos de Madrid. 
Paseamos a través de sus jardines e incluso aprovechamos los últimos rayos de sol a sentarnos un rato en uno de sus bancos. 

Y es aquí, en Villa Borghese donde se encuentra otra de mis súper recomendaciones en Roma: La Casa del Cinema, en verano incluso hacen cine al aire libre, así que no me quiero imaginar la magia que debe desprender el lugar en la temporada estival. Allí además hicimos una parada para merendar, en la cafetería/restaurante, que no tiene desperdicio. 





Ya había anochecido pero todavía nos quedaba bastante tarde por delante. Abandonamos el parque por la Porta Pinciana, para llegar así al barrio Ludovisi, el que fuese el barrio de las estrellas de Hollywood en los años 50. Es también en este barrio donde se encuentra el Convento de los Hermanos Menores Capuchinos, que como curiosidad tiene una cripta decorada con huesos de monjes capuchinos y que a decir verdad, no me apetecía nada visitar, por lo que pasamos de largo en dirección a Piazza della Repubblica, dónde está una de las grandes desconocidas de Roma: La Iglesia de Santa Maria degli Angeli e dei Martiri, diseñada por Miguel Ángel. 

Ahora sí que ya no teníamos pilas para mucho más, así que nuestra última parada turística fue Le Quattro Fontane. Las espectaculares cuatro fuentes que están en la intersección de Via delle Quattro Fontane y Via del Quirinale. 

Y ya, de camino a "casa", parada para un vino con aperitivi, y la forma más auténticamente italiana de poner el broche de oro final a un día, como ves, agotador. 



GRACIAS por todos tus comentarios y visitas. 
Nos vemos, como siempre, con mucho más en las redes sociales,




Besos rojos por doquier,
INMA.







Be happy (and fashion) my friend.

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