A mi esta iniciativa personalmente me gusta porque todo lo que nos ayude a tomar conciencia bien recibido sea. No sólo de quién hace mi ropa, sino cómo.
Creo que no todas las marcas que producen low cost lo hacen saltándose las "reglas éticas" y creo que tanta culpa tiene el consumidor como el productor. Sobre todo en India y Bangladesh hay muchos talleres rurales donde se produce moda ética y socialmente responsable.
El consumidor también debe tener conciencia, igual que cada vez tenemos más conciencia de "qué comemos", "cómo reciclar", por qué no, "quién hace mi ropa". A veces somos nosotros mismos quienes no estamos dispuestos a pagar un made in spain o un producto "éticamente responsable".
Es verdad que el consumo ha cambiado y preferimos tener cinco tejanos baratos que se puedan cambiar la temporada siguiente que unos que sean éticamente responsables. También como marca os contaré que hay muchísimos puntos distribuidores que son los primeros que prefieren un made in china, porque por supuesto, ¡pueden ganar mucho muchísimo más!. Así que como diría Ivan Ferreiro, el equilibrio es imposible, creo que aquí todos tenemos la "culpa" y que de momento a lo máximo que podemos aspirar es a tomar conciencia.
Por supuesto, hay otra forma de hacer las cosas y desde la experiencia os diré que ¡no es nada fácil!
Pero reflexión inicial a parte, ¡quería aprovechar esta semana para contaros cómo trabajamos en Mi vida en Rojo!.
Desde Mi vida en rojo intentamos que la máxima parte de toda nuestra producción sea made in spain (artesana para más inri) e intentamos buscar un certificado de "hecho con cariño" en todos esos productos que están ya producidos.
Y ahí va nuestro súper equipo:
Contamos con un taller en un pueblecito de España llevado por Laura y Juan Carlos que se encargan de casi toda nuestra producción, con mimo y mucho cariño buscamos además algodón orgánico e intentamos que también los tintes sean respetuosos con el medio ambiente.
Nuestro clutch besos rojos por doquier es nuestra verdadera apuesta al made in spain. En lona de algodón 100% natural, nos estampan el diseño en un taller de Madrid, allí mismo nos lo cosen artesanalmente, nos lo forran... y nos dan esa calidad de la que nos hace estar muuuy orgullosos.
Marta, desde su pueblo de Girona hace nuestro collar beso rojo con su amor y sus manos, manitas. 100% piel es una verdadera preciosidad, y no porque sea nuestro ;-P
Y eso mismo pasa con nuestro cojín Mi vida en Rojo, nos lo hacen los chicos de Olé mis cojines cosiendo (tanto el cojín como el beso) desde su estudio particular.
De ediciones de productos anteriores ya sabes, las bufandas las tejía servidora desde su hogar en rojo; y la colección "El Rojo tiene su punto" la confeccionó Ester desde su taller en Toledo para garantizar un verdadero 100% hecho en España.
Los bodies y camisetas para los más peques de la casa además tienen el certificado OEKO-Tex (conoce más sobre el mismo aquí) y las libretas, niñas de mis ojos, además de ser preciosas tienen el certificado de consumo de papel responsable. Están cosidas a mano en Alemania con papel sueco Munken.
Un post que me apetecía mucho hacer para acercaros un poquito más Mi vida en Rojo. Cuéntame, ¿qué piensas tú sobre esto? ¿Intentas tener conciencia sobre lo que consumes? ¿Cómo podríamos mejorar todos juntos?
Además, si hace poco que llegaste a Mi Vida en Rojo, te dejo nuestro vídeo presentación,