No hace falta que presente el lugar de las fotos, ni que os cuente que me apetecía en el momento, y ahora mientras escribo, pegarme el chapuzón del año en esa agua cristalina. Era una más que atractiva tentación para soportar el calor. Fue mi primera visita al lugar, y especialmente ese ojo me cautivó. Señoras y señores de la tierra, ¡bonita ciudad la vuestra! Y para patear, patear y patear, ¡esta fue mi propuesta del día! ¡Espero qué os guste!

Una mañana de sol en Londres, perfecto para veranear en uno de sus parques sin más conexión con el mundo que la efímera realidad de la propia existencia, sin mundo 2.0, sin wifi ni 3G. Un campo lleno de tus flores favoritas, las que luego arrancan para que acompañen tu tarde y tu merienda. Una compañía irreemplazable y de fondo ese disco, esa canción de hace años, de Sidonie, donde tocan en mi garganta, el incendio, por ti... que acompañan los mejores videoclips que siempre soñaste con protagonizar. Una magnífica banda sonora de fondo para encuadrar un momento, que podría reducirse a perfecto.