Mi vida en rojo: mi vida en rojo blogger

He comentado con anterioridad que de un tiempo a aquí he pasado de no celebrar muchas festividades que me parecían meramente comerciales o completamente ajenas a mí; a, literalmente, celebrarlo todo. Así, este año pasado sumé a las celebraciones de primeras veces Acción de Gracias y ni que decir que obviamente San Valentín entra en el cupo.

Me imagino que con el paso de los años una va siendo cada vez más consciente del regalo que supone la vida y el privilegio de poder celebrarla. Por eso mi premisa en estos últimos años es celebrarlo todo y cada vez más celebrarme a mí misma, también.

Recuerdo que el año pasado celebré San Valentín esa misma noche con mi mejor amigo, la noche siguiente con maridín y el fin de semana con mi hermana. Pero no te imagines unas grandes celebraciones (que también me parecen genial), en mi caso fue un San Valentín abandonando el amor romántico y celebrando simplemente los diferentes tipos de amor con pequeñas cosas, pequeñas cenas improvisadas para sumar tiempo de calidad con la gente que importa.

Y este año, buscando una experiencia regalo para una compi que acaba de ser mamá, me encontré con las experiencias wonder girl, para una mujer genial,… y pensé que estos Regalos san Valentín para mujer eran perfectos para autorregalármelo. Para llevar San Valentín más allá y celebrarlo también conmigo misma.

Me lo he propuesto como una excusa para amarme, para cuidarme, para felicitarme y para perdonarme. Un momento anual para conectar conmigo misma de una forma más íntima, sin excusas.

Por otro lado, con todo este planteamiento ya en mente, me encontré el artículo “planes para hacer sola este San Valentín” que incluía propuestas que me parecieron muy interesantes, y con algunas ideas magníficas que me apetecen de verdad como la de realizar un retiro.

La idea de viajar sola también es una experiencia que sin duda sino la has vivido tienes que vivirla (te dejo por aquí mi post del viaje sola a Berlín), pero en mi caso creo que este año voy a apostarlo a un tratamiento, clase de yoga, retiro o algo que incluya todo eso en uno.

Imagínalo conmigo, un fin de semana o un día sin móvil, sin whatsapp, sin instagram y sin e-mails. Un fin de semana o un día de dormir, de respiración consciente, de saborear y contemplar. Un fin de semana o un día sin horario y sin reloj, sin prisa, sin nadie que te espere en ningún lugar. Sin nadie que precise de tus cuidados más que tú misma.