¿Os acordáis que os conté que el viernes iba a la presentación de un festival? Era una noche que llevábamos esperando mucho tiempo, y hubo muchas más presentaciones. Una noche de estas sencillas, que no tienen nada de espectacular pero que te llevan a pasar un buen rato con tus amigas de siempre, volver a compartir cosas comunes, en este caso nuestro gusto por la música; y bueno para mi fue especial por otras muchas cosas más, es una fecha para marcar en el calendario, en nuestro calendario.

Y bueno todo esto viene a que acabé con un vestido de cuadros, el cuál me he puesto quinientas veces, y llegué a la conclusión que tengo obsesión por los cuadros. Yo me pensaba que esta obsesión era más de flores, pero NO, definitivamente los cuadros superan a las flores en mi armario, y encima casi todos tienen algo de rojo...¡¡Voy a tener que planteármelo cuando me tope con ellos en las tiendas!! Porque lo peor es que no se trata de una moda, va más allá de las camisas leñadoras, es una adicción, me requetencantan.