Durante este mes de julio estamos realizando, con el equipo de trabajo, un curso de metodologías participativas y el primer día para presentanos, la profesora sugirió que lo hiciésemos compartiendo cosas sobre nosotras que quizás compañeras no saben como por ejemplo cuál es nuestro sabor de helado favorito y qué es lo que más nos gusta hacer en verano. 

La idea y la experiencia me encantó y entre todo eso que nos gusta hacer en verano coincidíamos la mayoría en no poner el despertador, leer y escaparnos al campo. 

Me quedé pensando en todo aquello, en los veranos de cuando era pequeña y no había ni móvil, ni tablet. Iba feliz con mi bicicleta ajena a todo peligro y hasta nos bañábamos en la balsa acompañadas de ranas. No sé si has visto la película Verano 1993, de Carla Simón, pero nuestra vida de verano en el campo era bastante parecida a esa realidad que en ella se refleja. Y a base de nostalgia llegué al cubo de Rubik. Me encantaba pasar los veranos entre puzzles, mikado y el colorido cubo de Rubik. 

Mientras todo esto sucedía me escribieron de gan cube para descubrime un universo de cubos de Rubik y competiciones (flipé muchísimo con el australiano feliks zemdegs height) y como no creo en las casualidades acepté esta colaboración surrealista que en cualquier otro momento de mi vida creo que definitivamente hubiese rechazado. 

Perdonad mi ignorancia porque yo me quedé en el clásico cubo de Rubik de 3x3 (claro, ahora ha perdido la magia porque youtube ya tiene hasta vídeo tutoriales para resolverlo en solo siete pasos) y el universo ahora es tan amplio que estoy alucinada. Hay formato triangular, temáticos, personalizables, con luces, gadgets externos como temporizadores y hasta tienen una sección de Gan Aliens ... a riesgo de parecer de otra generación (que lo soy), se ha creado uiverso muy fuerte del que yo no era consciente. 

Así que aunque voy a limitarme a recupar el mío (que seguro estará en algún lugar en casa de mis padres) en la maleta de este verano además de un par de libros y la tablet... ¡se viene conmigo mi cubo de Rubik! 

Cuéntame, ¿eras o eres fan del cubo de rubik? ¿Conocías este mundo loco qué los acompaña?

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¡Por fin me siento a esribir este post! Como ya sabrás si me sigues en instagram (@mividaenrojo) hace un par de meses me puse en manos de Mario, un experto colorista que ha llegado a mi vida para cambiarme hábitos e introducir nuevos productos en mi rutina de cuidado de cabello. 

Llegué a él por casualidad y un poco asustada. Últimamente veía que "mi rojo" no era ya mi rojo, que se apagaba en seguida y que incluso ya no veía que mantuviese mi tono habitual. Mi peluquera, con la que llevaba años, y años es años, desde el principio, quien me consiguió ese "mi rojo" con el que me siento tan yo me aseguraba por activa y por pasiva que no había cambio ni de marca ni de productos. Así que cuando llegué a las manos de Mario, como te digo por casualidad, me daba pánico salir con un rojo con el que no verme yo misma pero me transmitió muy buen feeling desde el primer minuto y confíe. 

Confíe tanto que de momento pretendo seguir colgada en sus manos como dice la canción. 

Utilizó un tinte orgánico y únicamente un poco de producto con componente químico para la raíz. Me recomendó, y aquí viene el GRAN descubrimiento (no entiendo como después de tantos años con el cabello teñido nadie me lo había recomendado todavía): El nutricolor de Revlon. Es una crema con color (tienes que aplicártela con guantes) que ayuda a mantener el color tintado y sobre todo en los rojos que es en los que más se nota, ayuda a que no pierdan brillo e intensidad con tanta facilidad (producto imprescindible para verano). 

Lo he estado probando estos dos meses y vuelvo a repetir: ¡No entiendo cómo no lo había descubierto antes! 

Otro producto que me va a acompañar todo el verano para potenciar el brillo (y evitar el encrespamiento natural que mi cabello tiene por cualidad inconfundible) es el serum 12.0 de Kosei. 

Me he estrenado hace poco en el mundo de los sérum para el cabello porque siempre tenía la sensación que cuantas más cosas le ponía menos me aguantaba, quizás porque no utilizaba esos productos adecuados para mi. 

En uno de mis posts anteriores te hablé del inicio de mi andadura con ellos, puedes recordarlo aquí (y de aquél que te hablaba en su día... ¡me lo tomó prestado mi hermana y nunca más lo he vuelto a ver!)

Para terminar con este trío de aliados el acondicionador de Thaïs Camila. Es un aondicionador sólido del que lo que primero escuché fue: "es el mejor acondicionador sólido del mercado". Así que obviamente allí iba a estar yo para probarlo. 

Entre las recomendaciones que me realizó Mario con todo lo que tenemos en el mercado y mi rutina habitual me recomendó ir alternando productos y que estos sean lo más naturales posibles. Si voy a utilizar mascarilla aplicarle medio limón, anótalo, y si voy a utilizar acondicionador cuanto más natural sea este mejor. Eso sí: nunca utilizarlo todo a la vez. Si un día me doy el nutri color no hace falta que me dé acondicionador y/o mascarilla. El sérum de kosei es vegano y no lleva siliconas, por eso sí lo utilizo siempre. 

Y hasta aquí llega esta actualización de cuidado de mi cabello teñido. Me di el color la semana pasada y la intención, con todo lo que supone el verano, es no volver a darlo hasta la rentrée... ¿Crees qué con todo esto aguantaré bien? ¡Lo hablamos en septiembre!

GRACIAS por todos tus comentarios y visitas. 

Nos vemos, como siempre, con mucho más en las redes sociales, 

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INSTAGRAM: @mividaenrojo

Besos rojos por doquier, 

INMA

Be happy (and fashion) my friend.