Olvídate de la ropa premamá, el punto ha sido mi mejor aliado en el último trimestre de embarazo

by Inma Orduna - 12:57

Lo único premamá que he comprado durante este embarazo fue el bañador, que eso sí me salvó el verano; y un par de medias. De las cuales, por cierto, no acerté con la talla, me van enormes, y tengo que darles doble vuelta en la barriga.

Para ser sincera mi experiencia con las prendas premamá (no he tenido más que estos dos productos pero suficiente) ha sido terrorífica. En la mayoría de las tiendas no disponen de ella, tienes que comprarla online, algo muy loco porque realmente no sabes cómo se va a adaptar a tu cuerpo y que por mucho que haya medidas es algo imposible. Lo que termina en un envío y devolución de paquetes que acaban con tu paciencia a la par que contribuimos todos y todas a la contaminación (ocho bañadores tuve que devolver antes de encontrar el mío, un auténtico despropósito).

Y por si esto no fuese suficiente, una amiga me prestó dos pantalones premamá, dije, ¡qué bien! Así no tengo que comprarlos para unas escasas semanas, pero he ido tan tan incómoda que de toda esta experiencia global llega mi post de hoy: Olvídate de la ropa premamá.

¿Cómo alternativa? Realmente creo que la ropa premamá puede ser útil en el último trimestre de embarazo, porque en general, en los meses anteriores entre vestidos y prendas holgadas o de una talla más considero que es bastante fácil ir sorteando las circunstancias.

Sin embargo, en el tercer trimestre es más complicado, por eso yo me he entregado al punto (ya sea de algodón, de lycra,...) y me ha facilitado mucho la vida a la par que me ha ayudado a seguir llevando (y recuperar) vestidos y prendas que ya estaban en mi armario.

Me ha descargado mentalmente, me ha ayudado a no gastar nada más y en lo que he gastado (dos sets de punto) son prendas que me acompañarán en el posparto, algo de lo que te hablaba en el post Este set de punto de esta temporada es perfecto, y estiloso, para el embarazo.

Así que por todo ello, mi recomendación es que te olvides de la ropa premamá, que vayas jugando con las tallas y apuestes por el punto como la mejor elección a la par que cómoda para esas últimas semanas en las que ya no sabes cómo vestirte.